No es lo mismo, pero es igual

Yo creyéndome acechada por cupido me puse a darle vueltas al asunto para tratar de revertir la cosa antes que fuese demasiado tarde. No recuerdo como llegué a mi conclusión de hoy, pero recuerdo la inmediata comparación que hice con el SPH y me dije a mi misma, recordando a Silvio: Hey, no es lo mismo pero es igual!

Complicado, ah? La comparación es entre el SPH y el enamoramiento. Lo que es igual es el mecanismo con el que funciona, pero no es igual porque cambia la intensidad del sentimiento. O sea, según yo en el SPH uno tiene sensaciones que te hacen sentir como que te van a querer, pero el enamoramiento es más complejo porque uno empieza a sentir hasta los síntomas físicos: mariposas en la guata, ansiedad cuando sabemos que lo veremos, y eso de que te pican los dedos por hablarle en msn, facebook, mandarle un sms y cuanto nos permite la tecnología.

Ahora recuerdo porque empecé a pensar en esto. Fue lo respuesta de una amiga cuando le contaba que, luego de tanto tiempo, comenzaba a sentir algo por alguien. Entonces, ella salió con su frase de oro "Claro, sobretodo porque él ha estado ahí, ahora que estás débil" y ahí se me prendió la ampolleta. De eso se trata: ese estúpido cupido te ve con las defensas bajas y plaf! te inyecta esa loca cosita llamada amor o lo que sea, como una vil enfermedad. Cupido eres un cobarde: nadie te enseñó que no se ataca por la espalda?

Así que me puse a hacer memoria: un recorrido rápido de mi historial amoroso y me doy cuenta que tengo razón (para que más) comienzo a sentir cosas por alguien cuando este sujeto ha estado en importantes bajones psicológicos. Tal cual me está sucediendo ahora.

Perfecto! me di cuenta y ahora que? ese es el problema, no tengo la menor idea lo que viene. Lo tengo claro: el personaje llega en el momento oportuno (o inoportuno más bien) te hace sentir mejor (incluso feliz), entonces aparece en nuestra mente como "el mesías", el ángel guardián, el destino, etc, etc. Y resulta que después no podemos vivir sin él, porque uno en el fondo teme volver al bajón previo. La cosa es que uno no piensa que no hay mal que dure 100 años (ni idiota que lo soporte) y por lo tanto, una iba a salir igual del bajón: tarde o temprano. Solo que este sujeto no es el mesías, si no simplemente un empujoncito.

Nota para Cupido: Angelito del demonio, descubrí tu plan malévolo.