domingo, 4 de julio de 2010

El Casero

Dedicado a mis amigas que se dejaron enredar por este personaje y a las otras, que aún no pueden tenerlo.

A pesar que la mayoría piensa que eso es cortar por lo fácil, no es tan así. Tener un casero implica ir un poco contra la naturaleza de las relaciones: no implicarse sentimentalmente, es la regla de oro. Con el casero uno puede tener buena onda, preocuparse por él, pero no saber demasiados detalles de su vida personal y el ámbito amoroso prácticamente no existe. Creo que existen dos tipos, dependiendo de la cercanía. El primer tipo, es el más fácil de mantener como tal: es el X, lo conociste en algún lugar cualquiera y por a,b o c motivo se juntaron y terminaron en “eso” y como les gustó, se repitieron el plato. Aquí, es importante evitar la dependencia y mucha conversación, es como: Vamos a lo que nos convoca. Evitar atribuirle demasiadas virtudes sicológicas, basta con las físicas y sus capacidades amatorias.

El otro es muchísimo más complicado, porque es el que deviene en cariño y en el peor de los casos, en amor. Es ese que inevitablemente es un amigo, ya sea de tus amigos o tuyo, personal. Entonces hay algo más, algo así como confianza y una obligación de honestidad. Entonces comienzas a compartir más con él: carretes, un café, un trago y una simple conversación antes o después de… Es imposible no personalizarlo, por algo es tu amigo. Si alguno de los dos tiene un problema, puede contarlo sin sentir que al otro no le importa. La única manera de mantener el status quo es que ninguno de los dos se enrolle más de la cuenta, y confundir las cosas es más común de lo que uno cree. Después de todo, ¿a quien no le ha pasado?

3 comentarios:

Megumi Kurogane dijo...

A mi no me ha pasado!!!

aunque podría ser, no lo sé

jajajaja ojalá llegue pronto, que ya empezó el estado de momificación jajajaj

muy buena entrada, me gusta mucho, pero faltaron más detalles, denos más pistas para saber como transar con ellos

un abrazo

Unknown dijo...

el casero...tanto que decir de él... puede ser salvador a veces. Yo creo que el casero, es ese hombre que siempre esta ahí cuando lo llamamos para consolarnos, en todo sentido, nunca falla. Secretamente igual nos quiere,y a veces hasta sueña con dejar de ser casero, pero resulta que es una la que no lo quiere, lo ve como un ser inferior, casi un objeto, de lo contrario no puede ser casero. Lo más valorable del casero, es que se conforma con su posición, no pide nada mas allá y hasta la disfruta. Al final de la vida una lo recordara como un buenísimo hombre... claro, si nunca pudiste sentir algo fuerte por el, no te hizo sufrir y no cabe en la lista de los malos hombres.

Viva el casero!!!

JaJiTaXx dijo...

mmmm.... no sé... nunca he tenido a un "casero" para la cahimba propiamentetal, sólo para unas cosillas.... pero encuentro que tienes toda la razón... y la clave es encontrar o no sé... darse cuenta del límite entre casero tipo 1 y casero tipo 2...

esop.. muy bueno su blog señorita!!...

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